jueves, 4 de febrero de 2010

FRANCESC MOREU ¿OTRA VICTIMA DEL SISTEMA?

Recientemente he tenido conocimiento que han cesado al Consejero Delegado del Institut Catala d’Oncologia (ICO) que no llevaba mas de un año en el puesto. La versión oficial de los motivos, es que “había finalizado el trabajo encomendado”. Pero en los pasillos y mentideros del Sistema circulan versiones muy distintas, para mí sorprendentes, atribuyendo el cese a presuntas irregularidades contables no justificadas.

Estas presuntas irregularidades, ya que no demostradas, me producen un cierto disconfort personal, pues conozco a Francesc Moreu desde su incorporación como Director Gerente del Hospital de Bellvitge a finales de la década de los 80, donde fui testigo de su actuación desde mi Servicio de Cirugía Vascular de la Planta 14.

En aquella época muchos de nosotros comprobamos que la superación de unos inicios problemáticos del Centro fue posible porque el espíritu de su gente, forjado en una ilusión imparable por “su hospital”, encontró la ayuda de un líder capaz de motivar al colectivo y diseñar los peldaños hacia la excelencia. Y allí, Francesc Moreu, que nos decía:
“… los hospitales importantes son aquellos que han sido capaces de encontrar su identidad propia, tener un determinado estilo para hacer las cosas y el orgullo de pertenecer al Centro…”

Recuerdo que a partir de su llegada, el mensaje de Moreu fue progresivamente captando el interés de la gente, no sólo por su contenido, sino también porque al escuchar sus peroratas en la sala de Actos, se percibía su innata capacidad para transmitir ilusión. Este podría ser un ejemplo de sus ”soflamas”:
“…la información, el debate y la participación, son alguno de los medios imprescindibles para conseguir la integración del personal en la organización y para ello, propongo un decálogo que permita buscar la excelencia en el Hospital, a partir de las siguientes premisas: las organizaciones excelentes hacen del usuario su obsesión; nuestra orientación debe ir más hacia el valor que hacia el coste, y la idea de calidad tiene que predominar en toda la organización…”

Un hito importante de sus logros fue el diseño y puesta en marcha del Plan Director del Área Costa de Ponent, posiblemente la base de las actuales Áreas Territoriales que el ICS y el Departament de Sanitat han implantado en Catalunya. Y en este Plan Director, se hacia énfasis en la reforma de la Atención Primaria como un objetivo prioritario, profundizando en su explotación, A nivel hospitalario, el Duran i Reynals se configuraba como una oportunidad única para el Área, para ser un centro de referencia en el tratamiento oncológico en Catalunya. Y en cuanto al entonces Hospital Príncipes de España, a partir del concepto de Ciudad Sanitaria de Bellvitge, se potenciaba selectivamente su nivel como hospital terciario y como soporte para la oncología pionera que se desarrollaría en el Duran i Reynals. Asi pues, en noviembre de 1989, Moreu avanzó el proyecto de la “Ciudad Sanitaria para el año 2000”, que fue motivo de amplio debate y, por qué no decirlo, de críticas soterradas en ciertos niveles del Sistema

Un aspecto a destacar como gestor, fue la implantación de la Dirección por Objetivos (DPO), pionera entonces en el Sistema, actualmente la base para acotar los objetivos institucionales de la mayoría de Centros e implicar en ellos al colectivo sanitario. Así nos lo razonaba:
“…Los objetivos institucionales a nivel estratégico se convierten en prácticos en cada área y sus responsables hacen la propuesta de los propios, como respuesta a la incitación de la Dirección. De estos objetivos, definidos por el médico y la enfermera, como responsables del área asistencial, una vez negociados y pactados con la Dirección, se deduce un determinado nivel de actividad y unas necesidades de personal y gastos para poderlos llevar a cabo…”

El consideraba, y me parece que sigue opinando igual, que el Servicio debe ser la célula fundamental de la organización, es decir, la “unidad básica del negocio”, pero sin las limitaciones de la jerarquización. En su opinión, el jefe de servicio como “Product Manager”, sería el punto de referencia básico sobre el que se apoyaría toda la organización. En este contexto, sus funciones deben ser básicamente de gestión y nos decía que éste:
“…debe conocer el mercado, dominar el producto, conocer a fondo el cliente, elaborar el plan de marketing (de su centro de negocio) y responsabilizarse de la llamada cuenta de explotación (ingresos-gastos). En definitiva la evolución de la figura del jefe de Servicio hacia el perfil de Product Manager no es una opción, es la única salida para salir de la situación actual….”

Recientemente, he querido saber si después del tiempo transcurrido y de la experiencia personal que sin duda ha tenido en otros ambientes, sigue empecinado en que la solución de los hospitales precisa un planteamiento tan peculiar. Conozco y hasta comparto la necesidad de re-estructurar funcionalmente la Asistencia por Procesos, superando el corsé de las especialidades médicas y, en definitiva, las necesidades de la asistencia multidisciplinaria que requieren las nuevas tecnologías. Pero para mí, el camino seguramente no debería ser convertir los Servicios en un “centro de negocio” (!), hilo conductor de la política economicista tan al uso actualmente en nuestros hospitales, que supone un corsé insuperable para la teoría del conocimiento hipocrático y la razón última del paradigma “médico-enfermo”.
Haciéndose eco de este planteamiento, el ICS ha creado un figura que denomina Direcciones Clínicas, que intenta dar carta de naturaleza a la agrupación de aquellos Servicios que comparten de forma muy significativa al paciente, colocando frente a los puestos de gestión, personas con un perfil distinto de las jefaturas de Servicio convencional. El problema radica, como siempre, en que se les exige que sean estatutarios y que lleven tiempo en el Sistema, con lo que se corta la posibilidad de buscar fuera un determinado personaje de perfil acreditado y con ello, el necesario recambio generacional

En el marco de los objetivos asistenciales, también destacaba la puesta en marcha de una Política global de Calidad, con especial énfasis en la humanización de la asistencia. En febrero de 1992, Moreu rompió viejas acepciones sobre el tema, postulando que:
“…la calidad no es un valor cuántico sino un parámetro continuo que, si bien ligado a los medios de que se dispone, no debe depender de ellos, ya que el coste se puede pagar, dependiendo más de la actitud que de la aptitud..”.
En definitiva, consideraba que la Política de Calidad era algo más que su control, y su responsabilidad estaba muy ligada a la línea ejecutiva del Centro.

Es decir, lo conseguido por el Sr. Moreu fue importante en cantidad y calidad, cambiando el Hospital muy mucho en su época, poniendo las bases para que pronto fuera incluido en el puesto 3º del TOP de mejores Hospitales del Estado, que actualmente conserva.

A raíz de lo expuesto, es fácil comprender lo sorpresivo de su cese, destitución según el DM (2/12/09), siete meses después de haberle encargado la responsabilidad última del Instituto Catalán de Oncología, el ICO, para promover la regionalización y coordinación de hospitales en el tratamiento del cáncer en Catalunya.
Y si esta compleja tarea, que me consta, ya había comenzado con iniciales acuerdos con las direcciones de numerosos Centros, ¿cómo se puede justificar el cese <por haber cumplido el encargo> según el DM,(2/12/09)?.....

Habrá pues, sino dar crédito, por lo menos pedir que se aclare esta rumorología que mencionaba al principio, sobre salarios no justificados. Y esto, por dos motivos bien claros: nuestro Sistema de Salud, inmerso en la búsqueda de soluciones que le permitan superar la crisis económica sin sacrificar el paradigma de la sanidad pública, no puede hipotecar su bien ganada imagen de excelencia, por presuntas irregularidades administrativas.
Y en segundo lugar, el Sistema tampoco puede permitirse malversar la imagen de un experto gestor como el Sr. Moreu, al que tantas veces se ha pedido y obtenido, colaboración para avanzar y mejorar las estructuras sanitarias de nuestro país. ¿O es que se ha olvidado de donde partió aquella propuesta de Áreas Territoriales, hoy vigente, o la reciente estructuracion del ICS?

En definitiva, ¿hasta cuando el socorrido método del vaivén de personas? Aquí te pongo, de allá te quito…..
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Josep Mª Capdevila