martes, 22 de septiembre de 2009

Sanidad sin fronteras




















EL HOSPITAL TRANSFONTERIZO ¿UN SUEÑO POSIBLE?
Josep Mª Capdevila


En la prensa de este agosto que termina han proliferado temas relacionados con la sanidad y entre ellos, me ha interesado la noticia a doble pagina de La Vanguardia del dia 22, sobre la construcción del Hospital de la Cerdaña, una vieja iniciativa de un grupo de ceretanos que en el 2003 ha culminado con la firma de un convenio entre la Generalitat y el Consejo Regional Languedoc-Rousillon, para crear un Centro transfronterizo para asistir la población de la alta y baja Cerdaña, sustituyendo el viejo hospital de Puigcerda y como alternativa del lejano hospital de Perpiñán.

Para mí, lo realmente interesante y novedoso del proyecto es la posibilidad de “importar-exportar” los acreditados sistemas de salud catalán y francés, en beneficio de la población ceretana, aun separada por el Pirineo.

Desde hace años conozco la fiabilidad de los cuidados de salud en Francia, no solo por mi entrenamiento quirúrgico en Lyon, que después se enriqueció con la amistad y relación científica con bastantes colegas del país vecino. Y si a ello añado una intensa y larga experiencia profesional en unos de los mejores hospitales públicos de Catalunya, que me ha permitido ser testigo de la excelencia de lo que se ha dado en llamar “la medicina catalana”, creo que puedo afirmar que el proyecto del Hospital de la Cerdaña tiene un futuro prometedor.
En el artículo que firma Javier Ricou se dice, con llamativa tipografía, que Europa esta encandilada con el proyecto y que desde la Dirección de Relaciones Internacionales de GENCAT, varios países como Italia, Alemania y Holanda están muy interesados en la evolución de la idea, aun antes de finalizar la construcción. El modelo funcional del Centro tendrá 62 camas con un soporte de quirófanos, reanimación, boxes para urgencias y salas de partos, incluidos Laboratorio, Farmacia y un completo equipamiento de diagnostico por la imagen. El coste previsto de construcción, ignoro si incluida la dotación de la tecnología, es de 38,5 millones de euros, financiado mayoritariamente por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional y el resto, por Catalunya y Francia.
Para la planificación del modelo asistencial y como gestora actual de las actuaciones que se están realizando, se ha constituido una Fundación Privada del Hospital de la Cerdaña que al parecer, participa en la definición del marco legal de esta actuación transfronteriza, que imagino plena de dificultades. En este sentido, me pregunto cuál será la dependencia política y administrativa de la Fundación y si a través de ella llegaran los recursos presupuestarios anuales del Centro, en un contexto de crisis generalizada de los Sistemas de Salud, a menudo incapaces de garantizar una asistencia universal de calidad y equidad, condicionada por el incremento de la demanda, los cambios demográficos y el envejecimiento de la población. Se dice que en el 2030, uno de cada tres europeos tendrá más de 80 años y el gasto sanitario seguirá aumentando con las nuevas tecnologías, como está sucediendo en Catalunya, cuyo coste per cápita ha pasado de 960 a 1.194 euros en los últimos cinco años.

Sabemos que en Francia la asistencia sanitaria es universal y pública, sostenida por un principio general de financiación, que garantiza una cotización obligatoria de las personas activas y de su contratante, ya sea privado o público. La suma global recaudada es, posteriormente, redistribuida entre las diferentes ‘Caisses d’Allocation’ (administración pública para la asignación de prestaciones). Los estudiantes pagan una contribución reducida y hasta hace poco, los jubilados y los desempleados estaban exentos de cotización. Resulta pues, que el 96.7 % de la población se beneficia de este seguro de enfermedad.

El reembolso de los gastos dependen de la gravedad de la enfermedad, según una relación de 31 patologías asumidas en su totalidad por el Sistema, incluidos medicamentos, exploraciones funcionales, radiología, cirugía, hospitalización, rehabilitación, transportes, curas y la asistencia domiciliaria. Sin embargo, el problema actual es que cada vez hay menos personas activas que puedan mantener a los ancianos o a los desempleados: en 1970 la relación era de 1/6 y actualmente es de 1/3, con el consiguiente aumento del déficit de la sección “enfermedad”, que ha pasado de 3,4 millones en el 2002 a 9,5 millones en el año 2007.
Paralelamente, en Catalunya tenemos una asistencia socializada con una cobertura universal, al estilo escandinavo o británico, gestionada por las Autonomías y financiada por los impuestos del Estado. Y desde el “Informe Abril”, tenemos aquí una gestión pública del Sistema, basada en la captación y distribución de recursos (GENCAT) por un lado, y una provisión de servicios tutelada por el ICS, con una progresiva tendencia a la gestión privada, mediante Conciertos y Consorcios, se dice que sin afán de lucro, a los que recientemente se añade el modelo actual de “Concesión”, que pretende ser nuestra versión de las Public Private Partnership (PPP) y la Private Funding Iniciative (PFi).

Y es así como en el “mercado” de la sanidad, en el que proliferan y son protagonistas las Empresas Externas de Salud que gestionan centros públicos con criterios de empresa privada, se ha incrementado de forma notable el gasto sanitario, sin que hayan aumentado la cartera de servicios o disminuido las listas de espera, aunque sí la “medicalización” de la población. En definitiva, el desajuste entre el crecimiento de la demanda de servicios sanitarios, que crece a una tasa superior al 6,4%, y los presupuestos públicos, que lo hacen al 3%, determinan la necesidad de mejorar la eficiencia de los sistemas sanitarios para poder cubrir ese gap.-
Aquí llegados y para finalizar esta larga exposición, me parece imprescindible plantear dos hipótesis muy ligadas, según creo, al futuro de este Hospital sin fronteras: en primer lugar, es imprescindible conocer las previsiones sobre el régimen económico de los futuros pacientes: es decir, ¿quién pagará el acto asistencial? Se me dice, quizás a bote pronto, que se hará cargo la Seguridad Social de cada país, es decir, reembolso si el paciente es francés o a cargo de una concertación del GENCAT, si es catalán, con o sin participación de Entidades aseguradoras (el 35% de la población catalana tiene doble cobertura).
Personalmente tengo dudas razonables por esta lógica posibilidad que no me parece práctica y seguramente plena de tramitaciones burocráticas, a menudo incompatibles con las necesidades de la medicina moderna. Además, en Francia ya está en curso una importante reforma del sistema, pues el gasto por prescripción crece sin control (90% vs 43% en Holanda), remodelando áreas sub medicalizadas y responsabilizando a los Centros por una posible ineficiencia, suprimiendo empleos o actividades y hasta llegar al cierre (133 hospitales desde 1970). Se dice además que algunos especialistas rechazan el 40% de los pacientes CMU que no tienen apoyo financiero.
En segundo lugar, parece necesario acotar todos los aspectos relacionados con los Recursos humanos del futuro Centro. A partir de los estudios de población que con seguridad ya existen, habrá que definir la cartera de patologías y la carga asistencial previsibles y en su caso, los circuitos de derivación. Y de acuerdo con esta planificación habrá que definir el perfil profesional de los médicos, enfermeras y técnicos auxiliares, así como establecer las características de vinculación contractual de estos profesionales.

Y en este largo camino a recorrer, no se deberá olvidar los Sistemas de información (la servidumbre actual de las TICs) y cómo adecuar dos modelos nacionales diferentes, compatibilizando los actuales modelos informáticos tan cerrados, incluidos los de la historia clínica electrónica.

En definitiva, creo modestamente que hay mucho camino por recorrer para que esta Sanidad sin Fronteras sea una realidad y de ninguna forma, un salto en el vacío, que en modo alguno merecen aquellos ceretanos que impulsaron la idea....
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